Finalmente comienzan a elevarse los muros interiores, lo que calma la ansiedad del propietario, que sufrió bastante la 1º etapa viendo como su presupuesto comenzaba a esfumarse sin nada a la vista (todo bajo tierra…). Vale aclarar que los muros de las imágenes siguientes son los perimetrales, destinados a soportar las cargas estructurales. En este caso ocupan además el lado interno de los muros compuestos, ya que (les recuerdo) la vista exterior será de ladrillos pampeanos. Sobre el macizo impermeable se replantean nuevamente las medidas y se coloca la hilada de arranque; el trabajo es similar a levantar cualquier muro de mampuestos, apuntalando y nivelando reglas en los extremos y llevando un nivel de referencia con un cordel. En este caso, al utilizar piezas regulares en forma y tamaño, se avanza en forma rápida y con pocas variaciones de medidas, sólo hay que preparar una mezcla firme y trabajable (tixotrópica) para disminuir los desperdicios por los huecos de los bloques. Entre las dos imágenes tomadas del mismo ángulo hay 3 días de trabajo de distancia. Puede verse que quedan ¨en espera¨ las esquinas en donde se llenarán refuerzos verticales y columnas, con hierros preparados para incorporarlos a los encofrados (moldes de madera donde se cuela el hormigón) y así lograr una continuidad en la transmisión de esfuerzos estructurales.
Como la pared medianera (en la cual se apoya la casa) tiene orientación sur, luego de los estudios bioclimáticos reubicamos las aislaciones hidráulicas y térmicas; así es que antes de apoyar el muro portante se aplicó la capa hidrófuga y luego el poliestireno expandido en placas. Como el muro lindero está expuesto a la intemperie lograremos barreras efectivas contra las pérdidas de temperatura por calefacción (en invierno) y frente a la presencia de humedad permanente o el choque de lluvia con presión de viento.





En las imágenes se puede ver cómo se prepara una viga de encadenado: se forman los fondos de encofrado apuntalando en los sectores abiertos (vanos de aberturas) y se arman las armaduras longitudinales, luego se cierra el encofrado y se llena con hormigón. Si estuviera previsto algún paso de tuberías de instalaciones, es mejor colocar algún elemento conformando un ¨pase¨ antes de volcar la mezcla, lo que evitará roturas innecesarias en las piezas de la estructura. En el caso de los elementos verticales que deban mantener continuidad con paramentos, antes de llenarlos se dejan hierros con longitud suficiente para anclarse en las secciones de muro que siguen. De esta manera se mantiene una continuidad estructural del conjunto y se evitan movimientos y fisuras. Para los elementos estructurales verticales deben preverse las armaduras de empalme, muy útiles si el hormigonado de estos se hace en varias etapas. Mientras las etapas no estén muy distanciadas en el tiempo (3-4 días) no es necesario incorporar promotores de adherencia a las mezclas, pero es mejor resolver esas prolongaciones antes de los 7 días, cuando ya el hormigón ha tomado parte de la curva de endurecimiento.





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