13/1/09

Las cubiertas, continuación

Antes que nada quiero disculparme por haber discontinuado el posteo de las novedades de la construcción: varias superposiciones laborales y de estudio me impidieron continuar mi relato como me gusta hacerlo. De cualquier manera no hemos interrumpido la obra, ni el registro de las novedades, así que retomaré desde este punto con trabajos que están casi terminados en su totalidad.

Ampliaré las ideas volcadas en posteos anteriores sobre las cubiertas. Recordarán que el proyecto contemplaba algunos aspectos de construcción bioclimática buscando un mejor confort interior en la vivienda, siempre dentro de las posibilidades de nuestro presupuesto, de manera que la elección de los materiales no es un tema menor. Mientras los muros se construyeron con una doble piel y aislaciones, la cubierta se materializó con estructura de perfiles laminados conformados en frío (conocidos como perfiles ¨C¨) con protección galvánica, lana de vidrio montada sobre papel kraft y finalmente chapas metálicas onduladas (sinusoidales) con un tratamiento de protección constituido por una aleación de zinc + aluminio. Este último detalle tiene como finalidad que la cubierta aumente su poder reflectivo, reduciendo notablemente el paso de radiación solar directa (vía energía por conducción) hacia el interior de la vivienda, puedo asegurar que es muy efectivo. En primer lugar se monta el esqueleto estructural conformado por una trama de perfiles metálicos, que en nuestro caso requería resolver varios encuentros con diferentes materiales y estructuras, a veces en un mismo sector (ladrillos pampeanos, bloques cerámicos portantes o columnas de hormigón) como muestran las imágenes. Como parte de esta trama debe ser ¨amurada¨ (tomada con mezcla resistente a la mampostería), para que su nivelación sea correcta se utilizan pequeños hierros que soldados a algún elemento próximo permiten mantener nivelación y alineación en forma correcta; en algunos casos estos elementos quedan por requerimientos de vinculación estructural y en otros se quitan luego. La zona de la cumbrera (línea divisoria alta entre faldones de una misma cubierta) requiere de algunos detalles de construcción que simplifiquen el montaje: por ejemplo no colocar los perfiles de pendiente opuesta encontrados en un único plano, esto genera vértices muy agudos y un trabajo de soldadura incómodo (y riesgoso), colocando los perfiles uno al lado del otro el trabajo se hace más rápido y el perfil apoya mejor sobre la estructura. Junto al montaje de la estructura metálica avanza la albañilería, acompañando el ritmo de los techistas, esta tarea es importante sobre todo en los tímpanos (elevación de vista triangular bajo la cubierta, característica de los techos inclinados), para que la estructura no se debilite frente a la acción del viento durante la construcción. La vista general da una idea de cómo se fueron cumpliendo las etapas del montaje, terminando sobre la cubierta de la planta alta.




El aspecto exterior que la construcción iba tomando atrajo miradas curiosas, la combinación inédita entre cubierta metálica y ladrillo pampeano llamó la atención, este aspecto tradicional con aires ¨australianos¨ ha recogido opiniones bastante favorables… ¡y otras no tanto! Para sostener el alero en voladizo utilizamos perfiles de la misma sección que los requeridos para la estructura y los colocamos a modo de cenefa (terminación en vista de secciones delgadas de la cubierta), resolviendo una cuestión de soporte y estética con el mismo recurso para no incrementar costos.

Parte del sistema lo conforman las canaletas (piezas lineales horizontales que permiten la recolección de aguas de lluvia de la cubierta) que se instalan en última instancia: permiten direccionar las aguas de lluvia hacia una tubería vertical de descarga puntual, evitando las ¨cataratas¨ que caerían desde las cubiertas: este detalle no es ocioso, debe cuidarse que se acumule la menor cantidad de agua posible al pie de los muros exteriores, en la zona cercana a los cimientos (protección que se complementa con las veredas perimetrales). En este caso se utilizó para esos elementos chapa galvanizada sin pintar ya que tiene un tono similar al resto de los materiales de la cubierta. En caso que el proyecto contemple colorear estos elementos hay opciones: utilizar chapa ¨prepintada¨ (con tratamiento en fábrica de origen, su costo duplica el del material que utilizamos en este caso) o pintar en obra la chapa galvanizada, con una imprimación ligante y esmalte sintético (esta solución, más económica, puede durar de 5 a 7 años sin mantenimiento). Suele suceder que el cliente espera que las zinguerías de terminación sean tan rectas como la mostramos en nuestros dibujos, ¡atención! Estos elementos son plegados de láminas de chapa muy delgadas, por lo tanto en frentes extensos pueden presentarse efectos de ¨revirado¨ o problemas de alineación no deseados (estéticamente), si ese es el caso pueden conformarse las canaletas con chapa de hierro de mayor espesor que quedan mucho más rectas en su alineación, aunque requieren de mayores trabajos de protección y pintura y tienen un mantenimiento mucho más exigente.

1 comentario:

Marcelo dijo...

Hola, queria saber si estas disponible para contratación para nuevos trabajos. Mi mail es marcelo (arroba) centraldev.com.ar

Gracias!

Marcelo Ruiz